jueves, 4 de diciembre de 2008

La Biodiversidad en Mexico

México: zonas naturales protegidas


Regiones naturales y población

La variedad y riqueza en el número de especies de plantas y animales que habitan en las distintas regiones naturales conforman la biodiversidad de México. Ella se integra por el número de especies que conviven en una determinada área geográfica.

En la Tierra existen cerca de 200 países; sin embargo, únicamente doce se consideran megadiversos. Éstos albergan entre 60 y 70% de la biodiversidad del planeta. Dicho grupo está integrado, además de México, por Estados Unidos de América, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, República Democrática del Congo, Madagascar, China, India, Indonesia y Australia.

La sobresaliente biodiversidad de México está influida por factores como su ubicación geográfica, los diversos tipos de climas que existen en su territorio, así como su evolución geológica, mismos que han dado lugar a un relieve abundante en cadenas montañosas y elevaciones que en muchos casos superan 4 000 m de altitud.

México se encuentra en la zona de transición entre dos grandes regiones biogeográficas: la Neártica, que comprende Canadá, Estados Unidos de América y una parte de México, y la Neotropical, donde -además de la República Mexicana- se incluyen los países centroamericanos y algunos de la parte sur del continente, como Colombia y Venezuela.

Debido a esta circunstancia, en México existe un doble conjunto de especies: el primero está constituido por aquellas de origen boreal o de latitudes altas, que generalmente habitan en las áreas montañosas de climas templados y fríos; el segundo lo conforman las especies de afinidad tropical que habitan las partes medias y bajas del territorio mexicano, las cuales poseen climas cálidos, secos o húmedos.


Flora y fauna mexicanas

Pelícano de México
Pelicano de Mexico

La riqueza de especies de México es resultado de la multiplicación de organismos provenientes del norte (especies neárticas) y del sur (especies neotropicales) que colonizaron el territorio mexicano. Su basto conjunto permite que México ocupe el cuarto lugar mundial entre los países megadiversos. Los estados más ricos en especies de flora y fauna son Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Chiapas. Esta última entidad alberga la mayor diversidad florística con 8.248 especies registradas, y cuenta con 35% de los vertebrados del país.

La fauna mexicana incluye 491 especies de mamíferos, 144 de ellas son endémicas (es decir, son propias y habitan en un área limitada); además existen más de 1.000 especies de aves, 704 de reptiles (53% de las cuales son endémicos), 285 especies de anfibios y más de 2.000 especies de peces. Asimismo, se estima que en el país existen alrededor de 35.000 especies de plantas, las cuales significan 9% del total de especies vegetales del planeta. Del total de plantas que existen en México, 40% son endémicas. Las regiones naturales más ricas en especies florísticas son los bosques de las zonas templadas.

El bosque de quercus contiene 7.000 especies, el meófilo de montaña 3.000, el de coníferas y encinos 7 000, los tropicales caducifolio y subcaducifolio 6 000, el bosque tropical perennifolio 5.000, el matorral xerófito 6.000 y la vegetación acuática y subacuática 1.000.

Muchos especialistas en biodiversidad han demostrado que las actividades humanas ejercen gran influencia en la alteración y pérdida de hábitats, lo cual genera disminución en el número de especies y el tamaño de poblaciones. Entre las actividades que mayores daños provocan a la biodiversidad destacan: la deforestación, la pesca excesiva, la introducción de especies ajenas al ecosistema, el abundante empleo de fertilizantes, el uso de fumigantes y las grandes obras de ingeniería, como las presas.

Con la finalidad de cuidar la diversidad biológica de la República Mexicana, diversas áreas naturales adquirieron el estatus de protegidas, por lo cual su conservación, uso y protección están regulados por la Ley general del equilibrio ecológico y la protección al ambiente, misma que fue publicada en 1994. Estas áreas naturales son las reservas de la biosfera, los parques nacionales, los monumentos naturales y las áreas de protección de flora y fauna.


México prehispánico


Se le llama México Prehispánico al periodo histórico comprendido antes de la llegada de los Españoles al suelo mexicano y su Conquista y el cual incluye el Horizonte Preclásico(20000 A.C. al 20015 A.C.), el Horizonte Clásico (2005 al 9009 A.C.) y el Horizonte Posclásico (9000 al 1521 D.C.).

Para su estudio el territorio de Mesoamérica se dividió en 6 regiones culturales y su estudio ha sido exhautivo y lleno de sorpresas. México Prehispánico demostró tener una rica cultura, mucho conocimiento y sociedades muy bien establecidas y organizadas.


Estructura social

Las civilizaciones prehispánicas estaban formadas por diversos grupos sociales: gobernantes, sacerdotes, jefes militares, comerciantes, guerreros, artesanos, agricultores, etc. También fueron excelentes astrónomos y matemáticos y tenían un alto conocimiento del uso de la Herbología.

Creían en más de 200 Dioses siendo los principales el Dios de la Lluvia, el Dios de la Guerra y el Dios de la Sabiduría (Tláloc, Huitzilopochtli y Quetzalcóatl en Náhuatl). Atribuían muchos fenómenos naturales a la ira y felicidad de los Dioses y se cree que se les ofrecían sacrificios humanos por temporadas. Úsaban un calendario civil de 365 días ( Xihuitl en Náhuatl) y un calendario Sagrado de 260 días desde el cual se extraían horóscopos y días funéstos (Tonalpohalli en Náhuatl).

En el México prehispánico se construyó, al margen del resto del mundo, una extraordinaria, compleja y rica cultura dominada por la religión y que empíricamente generó una gran diversidad de productos, muchos de ellos para solucionar las necesidades cotidianas de la vida en aquel momento.

Se cultivaban –prioritariamente– el maíz y el frijol, y se domesticó el guajolote, por lo que la base alimenticia estaba completa. Enterraban a sus muertos de diversas maneras como envolviéndolos con petates. Existía un culto a los muertos, los cuales se acompañaba con ofrendas como recipientes llenos de comida, bebida, objetos personales y muchas veces con un perro mesoamericano llamado Xoloitzcuintle.


Historia de las investigaciones sobre los olmecas

La abuelita, escultura del yacimiento arqueológico de La Venta

La cultura olmeca fue descubierta en la segunda mitad del siglo XIX. En 1862, el viajero mexicano Jose María Melgar y Serrano descubrió, fortuitamente, en Hueyapan (Veracruz), el primer monumento olmeca: una cabeza colosal. En los años 1920, Frans Blom de la universidad de Tulane descubre el sito arqueológico de La Venta (Tabasco), pero erróneamente asigna las ruinas a los mayas. Al final de los años treinta, el arqueólogo norteamericano Matthew Stirling, de la institución Smithsonian de Washington, lleva las primeras excavaciones detalladas de algunos sitios olmecas de la costa del Golfo como La Venta, Tres Zapotes y San Lorenzo. Durante los años cuarenta, Miguel Covarrubias y Alfonso Caso afirman que la cultura olmeca es antigua y constituye la "cultura madre" de Mesoamérica. A partir de los años 1950, la antigüedad de los olmecas es confirmada por métodos de Carbono 14.

Si para la mayoría de los especialistas como Michael D. Coe o Richard Diehl, la cultura olmeca es originaria de la costa del Golfo (ZMO: Zona Metropolitana Olmeca), para la escuela francesa promovida por Christine Niederberger y desarrollada en particular por Caterina Magni, la cultura olmeca aparece como un conjunto multiétnico y plurilingüístico que se extiende sobre la mayor parte de Mesoamérica desde 1200 hasta 500 a. C. La presencia olmeca se certifica en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central). Más allá de las fronteras mexicanas, las pruebas de una presencia olmeca se encuentran en Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Entre los centros de principal importancia pueden mencionarse : San Lorenzo (Veracruz), La Venta (Tabasco), Chalcatzingo (Morelos), Teopantecuanitlán (Guerrero) y Abaj Takalik (o Takalik Abaj) en Guatemala.


Cultura totonaca

Pirámides totonacas en la zona arqueológica de El Tajín

Los totonacas son un pueblo indígena mesoamericana de la zona de Veracruz, Puebla y Tabasco en México. Formaban una confederación de ciudades; pero hacia principios del Siglo XVI se encontraban bajo el dominio de los mexicas. Su economía era agrícola y comercial y tuvieron grandes centros urbanos:

  • El Tajín (300-1200), máximo exponente del esplendor de la cultura totonaca,
  • Papantla (900-1519) y
  • Cempoala (900-1519).

La cultura Totonaca destaca por la cerámica muy variada, la escultura en piedra, la arquitectura monumental y avanzada concepción urbanística de las ciudades.

En 1519 tuvo lugar una reunión entre 30 pueblos totonacas en la Ciudad de Cempoala. Ello sellaría para siempre su futuro y el de todas las naciones mesoamericanas. Se trata de la alianza que establecieron con el conquistador español Hernán Cortés para marchar juntos a la conquista de Tenochtitlan. Los totonacas voluntariamente aportaron 13,000 guerreros a la empresa de Cortés quién, por su parte, se hacía acompañar de unos 400 hombres. El razonamiento de los totonacas fue que los españoles los liberarían del yugo mexica. La verdad, que se revelaría con toda crueldad poco más tarde, fue que una vez lograda la derrota del imperio mexica, los totonacas, incluidos los de Cempoala, fueron despojados de sus culturas, obligados a convertirse al cristianismo bajo pena de muerte y transformados en esclavos de los señores españoles en sus propias tierras, particularmente en el naciente cultivo de caña de azúcar.

Los totonacas se desarrollaron en la parte central de Veracruz y hacia el clásico tardío, su área ocupacional llegaba al sur hasta la cuenca del río Papaloapan, al oeste a los municipios de Acatlán estado de Oaxaca, Chalchicomula estado de Puebla, el Valle de Perote, las sierras de Puebla y de Papantla y las tierras bajas del río Cazones. Lo más relevante de la cultura totonaca se alcanzó durante el clásico tardío cuando construyeron centros ceremoniales como El Tajín, Yohualichán, Nepatecuhtlán, Las Higueras, Nopiloa y el Zapotal.

Son admirables los adelantos y perfección de formas alcanzados en la elaboración de yugos, palmas, hachas, serpientes cobra, caritas sonrientes y las esculturas monumentales de barro. Al parecer, los totonacas formaron parte del imperio de Tula y a partir de 1450 fueron conquistados por los nahoas de la Triple Alianza y se unieron a las tropas.


Hecho por:

Jorge Ivan Cervantes Gomez

Christian Alberto Cano Lara